Cada año, miles de españoles son atendidos por una intoxicación de monóxido de carbono, lo que provoca centenares de muertes.

Sobre todo en invierno a causa de una mala combustión y ventilación en hornos, estufas, calentadores, calderas y chimeneas. Pero, ¿sabías que la mayoría de estas intoxicaciones se podrían haber evitado?

En este artículo queremos ayudarte a poder prevenir posibles fugas de monóxido de carbono en tus dispositivos de gas y carburante y como actuar en el caso de que exista una intoxicación de monóxido de carbono.

El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico que no se puede ver, oler ni oír. Sus características no nos permite que nos demos cuenta de su peligro y puede producir envenenamiento a causa de su inhalación e incluso la muerte. Su exposición puede pasar totalmente desapercibida, se produce, sobre todo, en lugares cerrados y es la causa de una combustión incompleta en subproductos de electrodomésticos, calentadores o automóviles que queman gasolina, gas natural, madera, aceite, keroseno o gas propano.

Cuando hay un exceso de monóxido de carbono en el aire, este ingresa en el cuerpo a través de los pulmones y ocupa el lugar del oxígeno en la hemoglobina de la sangre formando un compuesto denominado carboxihemoglobina que impide el transporte de oxígeno a las células y, por tanto, el organismo no puede obtener la energía necesaria para sobrevivir. Una vez respirado, la única forma de sobrevivir es respirar oxígeno puro de nuevo.

Suele ser difícil detectar los síntomas de una intoxicación de monóxido de carbono, ya que se parecen al de otras enfermedades. Pero para la mayoría de personas, las señales de exposición son las siguientes:

• Dolores de cabeza
• Mareos
• Cansancio
• Náuseas

A medida que se acumula más monóxido de carbono en el cuerpo, los síntomas que pueden ocasionar son los siguientes:

• Confusión
• Somnolencia
• Irritabilidad
• Falta de memoria
• Falta de coordinación.
• Falta de visión
• Dolor en el pecho
• Perdida de consciencia

La intoxicación de monóxido de carbono puede ser repentina o por inhalación en un largo período de tiempo. En el segundo caso, respirar niveles bajos de monóxido de carbono, pero en un periodo de tiempo largo puede causar problemas cardíacos y daños celebrarles graves.

Detectores de monóxido de carbono

Instala detectores de monóxido de carbono cerca de los dormitorios de tu hogar. Revisa y cambia las pilas del detector cada seis meses. Si suena la alarma llama al 112 o a los bomberos.

Revisión, limpieza y mantenimiento

Realiza anualmente por parte de un técnico especializado una revisión, limpieza y mantenimiento de los sistemas de calefacción, calentador de agua y de los aparatos que funcionen con gas, petróleo o carbón.

Libre ventilación

Siempre que puedas mantén limpios los conductos de ventilación y las rejillas libres de desechos o elementos que puedan obstruir y dificultar el paso de aire.

Generadores que funcionan con combustible

Sigue siempre las recomendaciones del fabricante. Si hay un corte de electricidad, mantén siempre el generador fuera de la vivienda, a 6 metros de distancia mínima, este tipo de generadores suelen producir monóxido de carbono.

Utiliza los dispositivos de gas según sus recomendaciones

No hagas un uso inapropiado de los diferentes dispositivos de gas: Nunca uses una cocina u horno para calentar la casa. No emplees las cocinas de camping en el interior, ya que están preparadas para exteriores. La calefacción de combustible solo se puede utilizar si alguien está despierto para controlarla. No enciendas un generador en un espacio cerrado. Usa el combustible correcto para los calefactores de queroseno. Nunca utilices una parrilla de carbón en interiores, ni siguiera en una chimenea.

Chimeneas y estufas de leña

Si tienes una chimenea o estufa de leña, estas deben ser revisadas y limpiadas por un profesional anualmente. Cuando uses la chimenea, cerciórate de que el tiro esté abierto durante su funcionamiento. Si utilizas una estufa de leña, verifica que sus puertas cierran bien.

Calderas, calentadores y estufas

Fíjate en varios elementos de tu caldera, calentador y estufa para saber si existen una mala combustión y se está emitiendo monóxido de carbono:

• La llama es de color amarillo, en vez de azul.
• En la caldera aparecen manchas amarillas o marrones alrededor de la llama.
• Los indicadores luminosos se apagan a menudo.
• Hay una mayor condensación de vapor de agua en la parte interior de las ventanas.

Coches y otros vehículos de motor

Nunca dejes tu coche encendido en el garaje, sobre todo si el garaje está conectado con la casa. Realiza inspecciones y mantenimientos regulares del sistema de escape de tu vehículo.

Embarcaciones

Realiza mantenimientos del sistema de ventilación y del motor con regularidad. Instala detectores de monóxido de carbono en los camarotes.

Si sospechas que ha habido una intoxicación de monóxido de carbono realiza las siguientes acciones:

1. Retira las personas que se encuentren en el lugar contaminado y llévalas donde puedan inhalar oxígeno.
2. Abre todas las puertas y ventanas para mantener el lugar ventilado.
3. Abandona el sitio inmediatamente.
4. Llama al 112 o a los bomberos.