Poco a poco, las calderas de gasoil van ganando terreno por su alta eficiencia y potencia. Por eso te explicamos cual es su mantenimiento y todas ventajas que tiene.
Las calderas de gas son las calderas que más se instalan, pero las de gasoil, cada vez más, juegan un papel más importante en la vida de muchos hogares y cubren necesidades en las áreas donde el gas natural no puede llegar.
Las calderas de gasoil tienen menor coste de mantenimiento
Una de las grandes ventajas de este tipo de calderas es que el uso del gasoil como combustible protege el sistema e instalación de la propia caldera proporcionándole una mejor conservación. A largo plazo, esto se traduce en un menor coste de mantenimiento.
Pero para obtener una alta eficiencia y alargar su vida útil es necesario realizar anualmente un mínimo mantenimiento de la caldera de gasoil así como una correcta limpieza para que no aparezca la inesperada avería en el peor momento. Además, conseguiremos reducir el consumo de gasoil y las expulsiones de gases. No obstante, tenemos que tener en cuenta que las tareas de mantenimiento más técnicas sean realizadas por un profesional, en cambio, las más cuotidianas, pueden realizarse por el mismo usuario.
Os mostramos una pequeña guía para garantizar el buen funcionamiento de los conductos y sistemas de ventilación con las principales tareas de mantenimiento de una caldera.
Tareas técnicas
Limpieza interior de la caldera de gasoil:
La limpieza del interior de la caldera de gasoil debe realizarse mínimamente una vez al año para eliminar las incrustaciones que puedan acumularse a lo largo del tiempo y así evitar daños innecesarios en los conductos o ventilación.
Limpieza o sustitución de los filtros de gasoil:
Es recomendable limpiar los filtros de gasoil para evitar la acumulación de polvo y ceniza. Existen calderas de un solo filtro y calderas de dos. En las calderas de un filtro, éste suele ubicarse entre el depósito de combustible y la propia caldera. Mientras que, en las calderas de dos filtros, se pueden encontrar entre la caldera y el propio inyector.
Los filtros van envueltos con un vaso protector que suele ir enroscado. Existen dos tipos de filtros, los metálicos, que se podrán limpiar fácilmente con la ayuda de un pincel empapado en gasóleo limpio o una pistola de aire a presión, y los desechables, que se deben sustituir periódicamente.
Con este mantenimiento podemos evitar que nuestra caldera tenga un mal rendimiento o presente alguna avería causada por la acumulación de suciedad.
Limpieza y mantenimiento del quemador:
En este proceso se elimina la suciedad y grasa acumulada del quemador y se regula para garantizar la combustión adecuada de la caldera.
Revisión de la boquilla inyectora:
La boquilla inyectora es la pieza encargada de pulverizar el gasoil que consume la caldera. Con el paso del gasoil, su apertura se va erosionando y desgastando. Si su orificio de salida se agranda, la mezcla del combustible con el aire puede quedar descompensada.
Es una pieza pequeña y su limpieza es delicada y costosa. Si el técnico que realiza el mantenimiento detecta el mínimo desgaste o anomalía debe ser sustituida por otra nueva para asegurar el buen funcionamiento de la caldera.
Comprobación del funcionamiento de la caldera de gasoil.
Una vez realizados todos los pasos anteriores, es importante comprobar que el resto de los componentes de la caldera funcionan correctamente:
- La bomba y los termostatos.
- Comprobación y regulación del caudal del combustible.
- Comprobación y regulación del caudal de agua.
- Verificación de las instalaciones de la caldera:
- Revisión de la llama.
- Nivel de tiro.
- Sistemas de ventilación.
- Posibles fugas.
Tareas cotidianas
Revisión de la llama de la caldera de gasoil:
Para poder identificar si se está realizando una buena combustión, debemos tener en cuenta que la llama de nuestra caldera de gasoil tenga siempre el mismo tamaño y sea de color azul.
Regular y controlar la temperatura de la caldera y del termostato:
Regular el termostato de la caldera de gasoil a 70ºC y en el hogar tener en cuenta que no debemos excedernos a las temperaturas exteriores para no derrochar energía innecesariamente. El termostato debe estar entre 19ºC y 21ºC durante el día y entre 17ºC y 19ºC durante la noche.
Controlar la presión:
La presión del circuito de calefacción deberá estar entre 1 y 1,5 bares con la caldera fría.
No dejar el depósito de gasoil al mínimo.
Evitar dejar el depósito de gasoil al mínimo de combustible para evitar que los restos de impurezas se cuelen en el quemador y obstruyan el sistema.
No encender la caldera de gasoil cuando se haya llenado el depósito de gasoil:
Para que los posos e impurezas se depositen en el fondo del tanque, se recomienda esperar mínimo una hora para encender la caldera de calefacción una vez se haya llenado el depósito de gasoil.
Purgar los radiadores:
Se recomienda purgar los radiadores de la siguiente manera:
- Encender la calefacción y verificar si los radiadores desprenden calor de forma homogénea (si hay partes frías significa que tienen aire y por lo tanto necesita una purga).
- Empezar por el radiador más cercano a la caldera, siguiendo el circuito del agua.
- Colocar un recipiente debajo de la llave para evitar que se moje el suelo cuando se realice la purga.
- Girar la llave con un destornillador, empezará a salir aire y agua.
- Cerrar la llave cuando el chorro de agua sea fluido. Esto significará que ya ha salido todo el aire.
- Repetir la operación con todos los Radiadores.
- Revisar la presión de la caldera. Tras el purgado suele bajar, tiene que estar entre 1 y 1,5 bares.
La calidad del gasoil:
La calidad y el tipo de gasoil que se utiliza para la caldera de calefacción es muy importante para que esta tenga un buen rendimiento y una larga vida útil.
Si todavía no te hemos convencido sobre si deberías pasarte a una caldera de gasoil, te invitamos a que leas nuestro post de 7 razones para tener una caldera de gasóleo de calefacción.